Manifiéstales cariño Lo más valioso que puedes dar a tus hijos es amor. Sé cariñosa con ellos, para que no les quepa duda de tu amor. Tus hijos deben tener la certeza de que los amas. Es necesario que sientan y vean tus expresiones de cariño. Ven tu amor manifestado en el hecho de que les proporcionas vivienda y comida; pero están tan acostumbrados a ello que muchas veces no lo aprecian. No son conscientes de los sacrificios que haces para ello, ni comprenden que has organizado tu vida para poder atender a sus necesidades físicas. Por consiguiente, lo que les hace falta es ver y sentir la faceta espiritual de ese amor, el afecto y cariño que sientes por ellos. Así se establecerá un vínculo de amor y confianza. Crea oportunidades de estar juntos Amor anhela expresarse, busca oportunidades de evidenciarse. Si sientes un profundo amor por tus hijos, ellos lo notarán, y las ocasiones de conversar y hacer cosas juntos surgirán espontáneamente. Ellos dirán: «Papá, ¿quieres que te enseñe este juego?», «Mamá, te voy a mostrar lo que hicimos hoy en el colegio», «Mamá, ¿qué crees que debo ponerme para la fiesta?», «Papá, ¿me ayudas a arreglar esto?» Busca oportunidades. Puede que no sean tal como te las imaginabas. Tal vez tengas que reajustar tu horario. Cuando tus hijos vean que quieres participar más en su vida, se alegrarán de poder contar contigo. Te verán como una amiga que desea ayudarlos. Todo puede empezar con algo tan simple como mirar juntos la televisión; pero no dejes que la cosa termine ahí. Procura que haya oportunidades de conversar. Por ejemplo, acompáñalos a sitios a los que quieran ir y luego comenta con ellos la experiencia. Averigua qué les gustó y qué impresión se llevaron. Si su punto de vista difiere del tuyo, no insistas para que vean las cosas como tú. Que puedan contar contigo cuando te necesiten Ponte a pensar en cómo son ahora las cosas: ¿A qué te dedicas por las noches? ¿Qué hacen ellos en esas horas? ¿Y los fines de semana? ¿Es posible hacer que tu vida se entrecruce más con la de ellos? ¿Puedes cambiar algo para que así sea? Busca puntos en común, actividades que puedas realizar con ellos. Hazte presente con amor. No les hagas pensar que buscas oportunidades de fisgar en su vida, de sermonearlos o reprobar lo que hacen, de imponerles más reglas o darles más instrucción. Se trata de que estés a su lado como una amiga, de que te puedan expresar libremente sus ideas, de que te vean como alguien a quien recurrir, alguien que los apoya. ¿Hay algún deporte en el que se interese tu hijo? ¿Alguna manualidad que le guste a tu hija? ¿Puedes participar de alguna forma en esas actividades? Observa qué les atrae. Averigua qué aficiones y experiencias puedes compartir con ellos. Descubre el arte de escuchar Una de las principales formas de ayudar a tus hijos es escucharlos. Aprende a escuchar de verdad. Cuando les preguntes cómo les fue en el colegio, deja lo que estés haciendo y presta atención a lo que te cuenten. Cuando te presenten problemas, no siempre tienes que dar tu opinión en el momento. En vez de emitir un juicio, tómate tiempo para meditar en el asunto, o reza para encontrar una solución. Lo principal es escuchar, prestar atención, aparte de brindar amor, ánimo y apoyo. La mejor red de seguridad Muchos chicos no necesitan sino que sus padres les proporcionen una base firme de amor y aceptación. Esa base de amor puede guardarlos de peligros y malas influencias e incluso del sufrimiento que pudiera causarles el rechazo de sus amigos. En tales ocasiones, el amor y la aceptación son como la red de seguridad de los trapecistas. Si tus hijos saben que no los rechazarás aunque metan la pata o hagan alguna estupidez, acudirán a ti, y así se formará ese vínculo que deseas. Deben saber que, hagan lo que hagan, siempre los amarás, y nada podrá alterar ese amor. Tienen que saber que siempre pueden conversar contigo; que aunque no estés de acuerdo con ellos, aunque no coincidas con su punto de vista, aunque pienses incluso que han hecho algo muy malo o dañino, nunca dejarás de considerarlos tus hijos. Tienen que saber que siempre los amarás, que siempre podrán recurrir a ti, que aunque ocurra la peor calamidad, siempre podrán contar con tu amor. Extraído del libro "Urgente Tengo un Adolescente" por Derek y Michelle Brookes. © Aurora Producciones. Utilizada con permiso.
0 Comments
Leave a Reply. |
Categories
All
LinksCuentos bilingües para niños Archives
March 2024
|