Encamina a tus hijos hacia Jesús Para dar a los niños un buen fundamento y prepararlos para la vida es de suma importancia ayudarlos a entablar una relación personal con Dios por medio de Jesús. Desde chicos los niños pueden rezar para aceptar la salvación eterna que Dios les ofrece y abrirle a Jesús la puerta de su corazón. Es tan sencillo que hasta muchos pequeños de dos años pueden hacerlo. Cuando le hayas enseñado quién es Jesús -para ello es ideal una biblia infantil ilustrada-, explícale: «Jesús quiere vivir en tu corazón. Él te quiere mucho. Quiere ser tu mejor amigo y estar siempre contigo. Si le pides que entre en tu corazón, entrará. ¡Y ya nunca te dejará! ¿Quieres que entre en tu corazón?» Luego haz una pequeña oración para que el niño la repita. La oración puede ser algo así como: «Jesús, entra en mi corazón. Perdóname por portarme mal a veces. Ayúdame a amarte y a portarme bien». Con eso, Jesús entrará en el corazón de tu hijo, y será salvo para siempre. Dios lo promete1. ¡Es así de sencillo! A los niños mayorcitos conviene darles una explicación más completa de lo que es la salvación. Veamos un ejemplo de lo que se les puede decir. También puede ser algo más resumido: Nadie es perfecto. Todos tenemos nuestros puntos flacos, y a veces hacemos cosas que no están bien. Pero Dios nos quiere tanto que desea perdonarnos y ayudarnos a cambiar. Para ello hizo un gran milagro: ideó un plan muy sencillo a fin de que cualquiera pueda salvarse. Lo único que tenemos que hacer es creer en Jesús y aceptarlo. Cuando él entra en nuestra vida, aparte de ayudarnos en la Tierra, también nos da vida eterna en el Cielo. La salvación es un regalo sensacional que Dios hace a todos los que aman a Jesús y creen en Él. La salvación es así de sencilla. Una vez que tu hijo acepta a Jesús, ya la tiene. Para los padres es una experiencia maravillosa estar junto a sus hijos cuando estos descubren a Jesús y Su salvación. Importancia de apacentar a los hijos con la Palabra de Dios A nadie se le ocurriría decirle a un niño que se ha perdido en el bosque que busque por su cuenta el camino de regreso a casa. Nunca se nos pasaría por la cabeza no dar de comer a nuestros hijos, no vestirlos o no dejarlos salir a jugar, respirar aire puro y hacer ejercicio. Y tampoco debemos privarlos de las Palabras de vida, que imparten el poder, la luz y la vida de Dios. Jesús dijo: «Las Palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida» Con la Palabra de Dios los niños aprenden lo que está bien y lo que está mal y adquieren sólidos principios que los capacitan para hacer frente a las numerosas dificultades que se les presentarán en la vida. Y a medida que crezcan, sin duda tendrán que encarar muchas, porque la vida es un terreno de pruebas en el que aprendemos a tomar decisiones en consonancia con los preceptos del bien, en vez de escoger lo que es malo y perjudicial. Desde muy pequeños, los niños libran esta batalla espiritual y toman decisiones que pueden afectar en gran manera su vida y la de los que los rodean. Los padres podemos preparar a nuestros hijos para hacer frente a esas difíciles decisiones proporcionándoles una base de fe y un buen conocimiento de la Palabra de Dios. Relatos de la Biblia para niños Es muy beneficioso leer la historia sagrada a los hijos desde temprana edad; cuanto antes se empiece, mejor. Hasta los bebés pueden asimilar relatos acerca de Jesús y de hombres y mujeres de fe. Esto le servirá de cimiento para hacer descubrimientos más profundos de la Palabra de Dios cuando sea mayor. Una actividad así estrecha las relaciones entre padres e hijos y los ayuda a crecer en la fe y entender la Palabra de Dios. Al leer y comentar esos relatos, sorprende la cantidad de enseñanzas que se sacan y son de aplicación en la vida cotidiana. El tomarse tiempo para hablar de los detalles y la moraleja de cada caso ayuda a los niños a aplicar esas enseñanzas a su propia vida. (Haz clic aquí para ver relatos de la Biblia para niños.) Explorar la Palabra de Dios constituye una aventura espiritual en la que puede participar toda la familia. No hace falta saberlo todo para empezar. Si tus hijos te hacen preguntas cuya respuesta desconoces, diles simplemente que aún no lo sabes, pero que si siguen leyendo seguramente lo averiguarán. Pídanle al Señor que los ayude a descubrir la respuesta mientras leen Su Palabra. A veces viene bien comentar las preguntas de los hijos con nuestro cónyuge o con algún amigo que sea lector de la Biblia. La Biblia es un libro muy extenso. Aunque se estudie a lo largo de toda la vida, nunca se llegan a extraer todos los tesoros que contiene. Extraído del libro "La Formación de los Niños", por Derek y Michelle Brooks. Usado con permiso.
0 Comments
Leave a Reply. |
Categories
All
LinksCuentos bilingües para niños Archives
March 2024
|